Violencia y obesidad infantil
¬ Augusto Corro miércoles 22, Jul 2020Punto por punto
Augusto Corro
En relación a la niñez, México tiene entre sus desafíos pendientes eliminar la violencia contra niños y adolescentes, garantizar un trato humano y digno a toda la infancia y adolescencia migrante y reducir los índices de sobrepeso y obesidad que afectan la vida de los menores. Así lo manifestó Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), quien presentó su Informe Anual en México.
Dijo el funcionario que a cinco años de la aprobación de la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), México avanza para fortalecer sus instituciones y garantizar los derechos de los niños y adolescentes, sin embargo, aún persiste un gran número de desafíos.
Las declaraciones del representante de la Unicef no sorprenden a nadie. Los mexicanos arrastramos, desde siempre, una falsa idea de la educación de los hijos que se apoya en la violencia y en el castigo severo contra faltas leves que no lo ameritan. Esa forma de actuar de los progenitores se hereda de generación en generación, con los resultados que conocemos. Ya en la edad madura, las personas no pueden sacudirse la conducta machista.
El tema no es nuevo. Las cifras de maltrato a los niños crece constantemente. En esta época de confinamiento, los menores no se escapan del maltrato de sus padres o de sus parientes. Los pequeños son educados a golpes y humillaciones que cargarán por todo el resto de sus vidas. Las autoridades deben preocuparse más por atender este problema social que, desafortunadamente, se practica por adultos irresponsables, a quienes nadie llama la atención.
También ocurre lo contrario, cuando los padres desobligados abandonan a sus hijos, no los atienden y los adolescentes terminan en las bandas de narcotraficantes como “halcones”, narcomenudistas o sicarios. Lo importante es que el menor reciba una educación adecuada, un trato digno desde sus primeros años de edad, para que crezca sin complejos, con la mente sana y positiva.
Además, el representante de la Unicef informó que en México, al menos seis de cada diez niñas, niños y adolescentes experimentaron algún método de disciplina violenta en el hogar. Añadió que al menos uno de cada dos de los menores sufrió golpes, patadas y puñetazos en su escuela. En el país se registran cuatro homicidios de niños, niñas y adolescentes cada día.
Sin duda se trata de un desafío difícil reducir o erradicar la violencia contra los menores. La sociedad mexicana debe ser orientada para que los padres de familia erradiquen las conductas agresivas contra los niños. El gobierno debe multiplicar sus esfuerzos y poner mayor atención en el trato que reciben los menores en sus hogares, donde, supuestamente, deberían ser mejor tratados.
Otros retos que enfrenta México, según el funcionario de Unicef, son los relacionados con el sobrepeso y la obesidad de los niños, pues el 35.4 por ciento de los menores en edad escolar se encuentran excedidos en su peso. Estos problemas tampoco son nuevos. La realidad es que pocas personas le dan la importancia necesaria a la salud de los niños. Es necesaria una orientación constante para enseñar a las familias una manera apropiada para alimentarse mejor.
Será muy difícil convencer a los mexicanos de la necesidad de dejar los refrescos endulzados, el consumo del azúcar y de las harinas; principalmente alejarse de la comida chatarra que nos invade. Es importante que las autoridades sanitarias se apliquen en las campañas contra el sobrepeso y la obesidad, para evitar enfermedades que se vuelven crónicas, como la diabetes, la obesidad y la presión alta.
Los mexicanos fuimos presa fácil del coronavirus debido a las mencionadas enfermedades. Tenemos, pues, el ejemplo, para cambiar nuestros hábitos alimenticios, principalmente el de los niños, que comen lo que les ofrecen los adultos. Esos productos “chatarra”, tarde o temprano generan problemas de salud. Vamos a evitarlos.